Jarrid Wilson, líder de un iglesia en California y creador de una ONG que ayuda a personas con depresión se suicidó el lunes por la noche a los 30 años.
Wilson, conocido como un predicador apasionado, fue pastor en la mega iglesia “Harvest Christian Fellowship” en Riverside, California. Cofundador de la organización sin fines de lucro de salud mental “Anthem of Hope” (Himno de la esperanza), Wilson fue abierto sobre su depresión, a menudo publicando en sus redes sociales acerca de sus batallas con la enfermedad mental.
«En un momento como este, simplemente no hay palabras», dijo el pastor principal de Harvest Greg Laurie en un comunicado.
«A veces la gente puede pensar que como pastores o líderes espirituales estamos de alguna manera por encima del dolor y las luchas de la gente común», dijo Laurie. “Somos los que se supone que tenemos todas las respuestas. Pero nosotros no. »
Las noticias de la muerte de Wilson siguieron a los tuits que publicó el joven pastor durante todo el día del lunes que trataban sobre el suicidio, incluida una publicación que decía que aunque amar a Jesús no cura enfermedades como la depresión y el trastorno de estrés postraumático, Jesús ofrece compañía y consuelo.
Wilson también publicó que estaba oficiando un funeral para una mujer que había muerto por suicidio. Kay Warren, quien junto con su esposo, el pastor de la Iglesia “Saddleback” Rick Warren, perdió a su hijo por suicidio en 2013, respondió al tuit de Wilson con aliento: «Orando, Jarrid. Su devastada familia necesita tanta ternura y compasión en este momento. Agradecida por su disposición a ser los brazos de Jesús para ellos», escribió Warren.
La noticia del martes de la muerte de Wilson llega el Día Mundial de Prevención del Suicidio y sigue a una serie de suicidios de alto perfil entre pastores y personas de la comunidad de salud mental, incluido Andrew Stoecklein, un pastor de, California, de 30 años que predicaba sobre la enfermedad mental.
Wilson compartió sus desafíos de salud mental en su libro más reciente, «El amor es oxígeno: cómo Dios puede darle vida y cambiar su mundo» y publicaciones de blog. Ha escrito en un blog a principios de este verano que había lidiado con «depresión severa durante la mayor parte de mi vida y había pensado en suicidarme en múltiples ocasiones».
En las redes sociales, alentaba regularmente a otros que enfrentaban desafíos similares, con mensajes como: «Soy un cristiano que también lucha con la depresión. Esto existe, y está bien admitirlo. »
Romper el estigma de la enfermedad mental es uno de los objetivos de “Anthem of Hope”, la organización sin fines de lucro que el pastor fundó con su esposa Juli, en 2016. “Anthem of Hope” genera recursos para que la iglesia ayude a quienes se enfrentan a la depresión, la ansiedad, la adicción y el suicidio.
En su blog de verano, Wilson cuestionó la idea de que quienes mueren por suicidio están condenados al infierno.
Los cristianos no le dirían a alguien con una enfermedad física como el cáncer que irán al infierno debido a su diagnóstico, anotó. Tampoco deberían asumirlo por las personas con enfermedades mentales, que pueden «llevar a muchas personas a hacer cosas que de otra manera no harían si no lucharan».
«Aquellos que dicen que el suicidio conduce automáticamente al infierno obviamente no entienden la totalidad de los problemas de salud mental en el mundo de hoy, y mucho menos entienden la teología básica detrás de la compasión y la gracia que todo lo consume de Dios», dijo.
