Una mujer de 78 años vivía sola en su departamento en Madrid y, después de 15 años, descubren que estaba muerta desde septiembre de 2004. Lo sorprendente es que nadie se percató de su deceso ni se interesó por ella. Su cuerpo se momificó. Un triste final que da cuenta de la soledad del mundo moderno.
La última vez que se supo algo de Isabel Rivera Molina era septiembre de 2004. La señora tenía 78 años y vivía sola. Ya no recibía visitas, pues quien la frecuentaba, un arquitecto que era su pareja, había fallecido unos años antes. Desde ese momento, Isabel se quedó sin nadie en el mundo.
Tanto es así que la señora murió en soledad y nadie se percató. Hasta hace algún tiempo, cuando sus vecinos comenzaron a notar que no había movimiento en su vivienda. Comenzaron a reclamar a las autoridades que por favor ingresen a la propiedad y verifiquen que todo esté en condiciones. El reclamo llegó a algunos familiares de Isabel Rivera, quienes después de 15 años acudieron por fin a la justicia.
Por eso, el martes 22 de octubre, la policía ingresó al departamento de Rivera Molina y se encontró con una escena de ficción: el cuerpo de la mujer se había momificado.
La cerradura de la vivienda estaba cerrada con llave desde el interior, pero las autoridades no necesitaron forzar la puerta para acceder, ya que había una ventana entreabierta y, con ayuda de una escalera, entraron a través de ella. No encontraron nada raro a primera vista, hasta que fueron al baño. Allí estaba Isabel convertida en una momia.
Su cuerpo no se descompuso debido a la humedad del ambiente y al sistema de ventilación. Por eso, su cadáver pasó por un proceso de conservación totalmente natural.
Su muerte está siendo investigada por causas naturales. Sin embargo, tanto la Policía (que tardó en atender los reclamos de sus vecinos) como sus familiares podrían enfrentar demandas por negligencia.
La historia fue dada a conocer por el diario El Mundo de España, pero ya impactó a nivel global, pues da cuenta del aislamiento en el que viven algunas personas en el mundo actual. Isabel vivía en un edificio ubicado es una zona animada de Madrid, incluso hay un banco en la puerta del inmueble, lo que genera que el público sea abundante en su cuadra. Aun así, pasaron 15 años para que alguien se entere de su destino.
