El nuevo Ejecutivo progresista tendrá como vicepresidente al líder de la nucleación de izquierda Unidas Podemos, Pablo Iglesias. El debate parlamentario evidenció la gran polarización política que vive en la actualidad la nación ibérica.
Por una diferencia mínima de dos votos en el Congreso de los Diputados, el socialista Pedro Sánchez logró hoy, en una segunda vuelta, ser electo presidente del Gobierno español, luego de ejercer esas funciones de manera interina durante casi dos años.
En una España profundamente dividida, Sánchez y sus aliados, entre ellos Pablo Iglesias, de la nucleación progresista Unidas Podemos, obtuvo 167 votos a favor, 165 votos en contra y 18 abstenciones.
El debate en el Congreso de los Diputados, demostró la polarización que vive el país ibérico; una profunda división entre conservadores, progresistas y ultraderechistas, que han logrado conquistar un número importante de escaños en las últimas elecciones legislativas.
Como país de régimen parlamentario, España cuenta con un jefe de Estado, en este caso el rey Felipe VI, y un presidente del gobierno, desde hoy Pedro Sánchez. Las funciones del monarca son seriamente limitadas por la Constitución de la nación peninsular, promulgada pocos años después de la muerte del dictador Francisco Franco Bahamonde.
Al término de su intervención de hoy, y en un acto cargado de simbolismo, Sánchez citó al presidente de la II República Española, Manuel Azaña, un gesto que fue severamente cuestionado por los partidos conservadores y ultra conservadores.
