Mauricio Macri dispuso la vuelta del “cepo”, que fue una de las medidas del Gobierno anterior que había criticado con mayor dureza durante su campaña electoral.
El Banco Central de la Republica Argentina estableció un límite de cinco días para que los exportadores repatríen divisas, mientras que las instituciones necesitarán autorización gubernamental para comprar dólares en el mercado cambiario para ahorrar, según un comunicado del Gobierno. Además de estas medidas las personas físicas no podrán comprar más de 10.000 dólares al mes.
El anuncio se produce cuando la crisis económica se profundiza en la Argentina. Cerca de $ 3 mil millones se agotaron de las reservas de moneda extranjera solo el jueves y el viernes, mientras el gobierno luchaba por pagar la deuda a corto plazo y frenar la caída del peso. La Argentina se arriesgaba a agotar sus reservas netas en cuestión de semanas si seguía perdiendo dinero a ese ritmo.
El peso se derrumbó más del 25 por ciento el mes pasado después de que los resultados de las elecciones primarias en las que se demostró que Mauricio Macri tiene pocas posibilidades de retener el poder después de las elecciones de octubre.
Las tasas de interés se dispararon cuando el Banco Central trató de renovar la deuda, culminando el miércoles con la decisión de retrasar los pagos de $ 7 mil millones de a deudas que vencen este año. La oposición había pedido controles de divisas ya que las reservas del Banco Central se han desplomado a $ 54.1 mil millones desde $ 66.4 mil millones el día antes de las PASO debido a las constantes intervenciones del Gobierno vendiendo dólares para evitar la suba de la moneda.
El control de la actividad cambiaria o “cepo” como lo llaman en la Argentina fue una de las medidas más criticadas por el Presidente Mauricio Macri a su antecesora Cristina Fernández y es por eso que durante su campaña prometió liberar la economía después de años de intervención estatal.
Ahora, ante una derrota electoral en octubre, Macri ha renunciado a tratar de mantener la confianza de los inversores y en su lugar ha recurrido a las políticas que había criticado a sus predecesores por imponer.
Además de retrasar los vencimientos de la deuda local a corto plazo el 28 de agosto, Argentina también dijo que pedirá a los tenedores de $ 50 mil millones de deuda a más largo plazo que acepten un “reperfilamiento voluntario” o dicho de otra forma: una reestructuración, así como también planea renegociar los pagos de $ 44 mil millones que ha tomado prestado del Fondo Monetario Internacional.
Estas son las horas más oscuras de Mauricio Macri, ya que su éxito electoral había llegado de la mano de la fuerte crítica a las medidas del gobierno anterior que hoy está replicando.
