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miércoles, mayo 8, 2024

Biblia de asesinos

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En su entrega diaria, Paranaländer reseña la novela «El guardián entre el centeno» (1951), una verdadera máquina literaria de producir asesinos.

Por: Paranaländer

«Debo repetir a mi lector que se morirá conmigo»
(Unamuno).
«Me gustaría que, al leer mi libro,
la gente me maldijera y me odiaran,
pero que me leyeran y se mataran»
(Andreiev).

Un capítulo suculento de Salinger (2014), monumental biografía de 700 páginas del escritor “vedanta” americano firmada por David Shields y Shane Salerno (quien también filmó un documental sobre el escritor en 2013 con la productora del acosador serial Weinstein), es la que trata del influjo de la novela de 1951 El guardián entre el centeno sobre una serie de asesinos y aspirantes a asesinos hasta convertirse en los años 80 en un manual para cometer asesinatos. Mark David Chapman, asesino del traidor Lennon, el niño prodigio John Hinckley que disparó a Reagan, Richard Bardo que mató a la actriz Rebecca Schaeffer, Arthur Bremen, el hombre que disparó a Georges Wallace, Robert O. Wickes… Les extractaré apenas unos párrafos saltados para que capten la condición icónica maldita (al mismo nivel que Crimen y castigo de Dostoievski) de la primera novela de la contracultura americana.

El guardián entre el centeno es una historia conmovedora y cómica. El chico Holden Caulfield odia todo lo que sea hipocresía, el mal del mundo americano. La palabra hipócrita se usa más de treinta veces en la novela. Chapman se identifica a sí mismo con el guardián entre el centeno que impide que los chicos se tiren por el acantilado cuando cruzan corriendo el campo de centeno. Al matar a Lennon había matado a la hipocresía (Chapman leyó en noviembre de 1980 el artículo mordaz de Laurence Shames en Esquire sobre la vida lujosa del gran pope pacifista de los sesenta Lennon). Era el guardián entre el centeno.

El guardián ya está prohibido en escuelas dos años después de su publicación. Se trata al mismo tiempo de la novela que más se enseña en las escuelas de secundaria de Estados Unidos y de la segunda que se censura más a menudo. Ha habido maestros que han salido despedidos por mandar a sus alumnos que leyeran El guardián entre el centeno. En 1963 se había convertido en el libro más censurado en las escuelas. El problema no era solo el lenguaje –“mierda” y “carajo”-, Norman Mailer ya había usado antes “púdrete”, sino que el libro era antiamericano.

El artículo de Esquire desenmascaraba a Lennon y lo mostraba como un capitalista en decadencia, un rico que había abandonado sus ideales y que poseía cuatro mansiones, un yate, piscinas y un montón de propiedades inmobiliarias. El tema del artículo era que Lennon se había vendido. Que era un hipócrita.

Mark David Chapman, conocido de su época de YMCA como Capitán Nemo por los niños vietnamitas. Estaba casado con Gloria Abe en 1979, era guardia de seguridad en Hawai,  y con un revolver de 169 dólares Charter Arms de cinco disparos con cañón  de 50 mm, con 5 cartuchos Smith & Wetson de punta hueca, había destrozado los vasos sanguíneos de Lennon. Esto lo hizo tras dispararle por la espalda, delante del edificio Dakota, luego de pedir al ex ídolo que le autografiara con bic negro el álbum Double Fantasy, lanzado por la Geffen Records dos semanas antes, aunque el prefería ya entonces The ballad of Todd Rundgren, y al final de todo sacó su ejemplar de El guardián y se puso a leerlo mientras llegaba la policía…

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