Del “ANR Nunca más” a “Stroessner fue un gran presidente hasta 1982”. Por medio de su líder Fernando Lugo, la izquierda paraguaya reivindica la figura de Stroessner.
En una entrevista televisiva con la periodista Mina Feliciangeli, el expresidente Fernando Lugo, líder de la izquierda paraguaya, reivindicó la figura del Gral. Alfredo Stroessner, expresidente de nuestro país durante el periodo 1954-1989, asegurando que si se hubiese retirado en 1982 hubiera quedado como un gran presidente.
El contexto de las expresiones de Lugo fue el de una reflexión sobre el kairos, término proveniente de la cultura helénica de fuertes resonancias ulteriores en la teología cristiana, que más contemporáneamente podemos asociar con lo que se denomina “sentido de oportunidad”. Lugo consideró que fue eso lo que le faltó a Stroessner para terminar de otra manera en la consideración de los paraguayos.
"Si Stroessner se hubiera retirado en el 82 hubiera sido un grande"
Ahí le tienen a Fernando Lugo. pic.twitter.com/ZP5YrbNZxN
— Fergo🌎 (@jfergo86) December 2, 2021
Recordemos que a partir de 1982, año en que Lugo considera que Stroessner tuvo que retirarse, el stronismo se vio debilitado por la confluencia de varios factores, endógenos y exógenos al régimen, como por ejemplo: el estallido de la crisis de la deuda, que golpeó a toda la región, impulsando grandes transformaciones políticas y económicas; la pérdida de apoyo norteamericano, con el asedio y las presiones que venían del norte para llevar adelante reformas estructurales de corte neoliberal, así como mayor apertura política y contemplación de los derechos humanos; y los inicios de una crisis de sucesión que fue fragmentando la otrora unidad interna que el stronismo había logrado en el seno del Partido Colorado .
Cabe destacar que, durante el stronismo, el Estado tuvo una fuerte intervención en la economía, no solo mediante sus empresas públicas y otros activos, sino que también existían una suerte de impuestos encubiertos a la exportación de la soja, a través de la implementación de diferentes tipos de cambio. Es por eso que la dimensión económica cobra centralidad en el análisis. En el mencionado contexto de presiones por liberalizar la economía, puede decirse que, a partir de 1982 se produjo un doble juego en el stronismo. Por un lado, una especie de “rebelión” contra los organismos multilaterales y las recomendaciones del gobierno norteamericano; por el otro, crecientes enfrentamientos con sectores exportadores de granos. Toda esta situación derivó en una serie de conflictos internos dentro del esquema de poder, con el resultado final de la caída del régimen en 1989.
Las expresiones del expresidente Lugo suponen una fuerte reivindicación del stronismo, en particular, y del Partido Colorado, en general, sobre todo en lo que respecta al papel que jugó dicha asociación política en todo el siglo XX.
El revisionismo de Lugo deja en ridículo a toda su base militante, enfrascada en fantasiosas e imaginarias batallas culturales contra el coloradismo, como una totalidad simplificadamente uniforme. Frente a las condenas sumarias y deseos de proscripción de la ANR, sorpresivamente el máximo referente de la izquierda paraguaya consideró a Stroessner como un gran presidente al que solo le faltó timing; es decir, la lectura política correcta para saber retirarse en el momento adecuado.
Resta por saber si los grandes iluminados de la cultura, “intelectuales” y “analistas” todoterreno de la historia nacional, condenarán estos dichos como lo suelen hacer cuando provienen del pueblo colorado.
