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lunes, mayo 6, 2024

De palomas blancas y otras expulsiones 

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Paranaländer va de parranda al barrio Almagro con El Eternauta y con el Mariscal Estigarribia a oír el poema sinfónico Cerro Corá nunca compuesto ni requisado por la televisión ni la subsecretaría de hechos ucrónicos.

 

“Grandes entrevistas a gente de arte y cultura” (2019) del periodista Antonio Pecci, desde su mismo título nos indica cómo encarrilar esta columna: comentaremos las entrevistas siguiendo la escala de grandeza de cada entrevistado.

Primero, Roa Bastos: no quedan dudas que Roa nunca fue perseguido por Stroessner, sí monitoreado por la CIA y las distintas dependencias de seguridad de nuestro país. El propio Edgar L. corrobora que Roa (como lo proclama en su carta abierta) nunca fue comunista, el viejo cuco del Rubio. Venía cuando quería, entraba y salía sin ser interrogado, nadie lo molestaba, daba su conferencia en la ILARI, iba a Bayres a cobrar su beca yankee…no armaba quilombo, manifestaciones ni nada, quizá alguna colaboración en Adelante, pero todo dentro del esquema de un intelectual burgués queriendo salir a flote en el darwiniano mundo capitalista. Así andaban todos contentos. Su expulsión absurda en 1982, día de la presentación de “Paloma blanca, paloma negra» de Jorge Kanese, es inexplicable, aún más sabiendo que Roa tenía pasaje a Europa para el día siguiente. El viento norte quizá.

Bioy Casares cuenta que su padre era amigo del Mariscal Estigarribia. He inventa jeyma una pariente difusa, una bisabuela paraguaya hei.

Solano López, dibujante de “El Eternauta” (guión de Oesterheld) es el bisnieto de Venancio López, hermano menor del Mariscal López. La viuda de Venancio, Juana Otazú, se  radicó en Bayres con sus tres hijos. Uno de ellos, Carlos Antonio -casado con Carmen Fontaine-  sería su padre y le bautizaría con el  estentóreo nombre de Francisco Solano López.

Jorge Kanese cuenta que Aníbal Fernandez (Subsecretario de Informaciones y Cultura de la Presidencia) hizo una insólita propaganda de su libro requisado “Paloma blanca, paloma negra” (1982), leyendo extractos incluso por televisión (juaz). “Una poesía moderna, audaz, con términos crudos y un conjunto de cosas que la gente que lo leía no sabía interpretar, hasta considerarla subversiva, por los términos que usaba, no por los conceptos, y no tenía nada de antipatriótico” (Dr. Miguel Ángel Bestard es quien dice esto entrecomillado, un importante dirigente del club de fútbol Libertad, mismo club por cierto que Kanese, y entonces Subsecretario del Ministerio del Interior. Ya lo digo acá, me parece la entrevista más jugosa entre todas).

Amelia Nassi Hanois, una cordobesa especialista en literatura infantil (dirigía la colección de ese rubro en la célebre Ediciones De la Flor), que durante los 6 años que le llevó  a Roa Bastos  perpetrar su masterpiece “Yo el supremo” (1974), fue su compañera sentimental. Tras la separación de su esposa Lita Duarte, vivieron en el piso 9 de un departamento de la calle Panamá 929 (barrio Almagro). Ella nos detalla que el té preferido del iturbeño era el Lipton que recibían de Paraguay, que tuvo un infarto al terminar nomás de entregar la novela a Siglo XXI, cuyo final alternativo expurgado de la edición canónica se lo entregó al curita Melia.

Zulema de Mirkin, una joven poetisa argentina graduada en Filosofía en Español por la Universidad de California,  compuso en 1952 la letra de “Recuerdos de Ypacaraí” sin conocer Paraguay ni nada de la ciudad del título de la canción.

John Williams sentencia que el repertorio de guitarra hoy depende de la obra de Mangoré.

Luis Bordón, arpista genial (oír ya nomás su versión de “Gallito cantor”) ha ganado a lo largo de su carrera musical 8 discos de oro. En el top de esa especialidad quedaría solo por detrás del rey absoluto de los discos de oro en Paraguay, Samuel Aguayo, con 11 discos de oro (si nadie contradice estos datos, claro). Suerte de Real Madrid dentro de ese certamen tan especial.

Carlos Abente Bogado, poeta-médico aregueño radicado en Bayres, describe el sueño del chacariteño José Asunción Flores: llegar hasta el Aquidabán, establecerse en Cerro Corá y escribir  un poema sinfónico en memoria de su pueblo.

 

 

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