Derian Passaglia completa su listado de los libros que leyó en 2021.
Este año leí como hacía mucho no leía, un número que quizá no hacía desde la adolescencia: sesenta y seis libros. En general, todo literatura, poesía y novela, algún que otro libro de ensayo, y dos o tres de teoría. La práctica sostenida de la lectura permite que la palabra se transforme en algo cotidiano, y es como convivir con una persona, es decir, uno empieza a hablar con los libros, a hacerles preguntas, a mirarlos con cariño, a llevarlos a todos lados. La conversación es un género, y se necesitan dos partes para llevarla a cabo. Aunque en este caso la conversación sea con un objeto, uno no tarda en comprender que el objeto devuelve una respuesta, hace silencios, gestos, miradas, da gritos, canta en la ducha, se enoja, se enamora.
6) Prosa del otro (Daniil Jarms). El gran descubrimiento del año fue este autor soviético, como todos los soviéticos estaba un poco loco y murió muy joven, a los cuarenta y pico de años, perseguido por el gobierno de Stalin. Sus cuentos son delirantes, vanguardia pura y dura.
5) El libro de la almohada (Sei Shonagon). Sei Shonagon vivió en Japón en el siglo X, durante la Era Heian, y escribió este libro que es parte de su diario personal, donde retrata la vida cortesana. Su mirada es sutil y maravillada, de una sensibilidad frágil y tierna. Este libro es hermoso y no existe nada igual, es único.
4) La prueba (César Aira). César Aira es el mejor escritor argentino vivo. Escribió La prueba a principios de los noventa, en pleno auge neoliberalista. Y eso se nota, porque dos punks comen hamburguesas en un local de comidas rápidas (como en las pelis de Tarantino) y al final (spoiler) hacen volar por los aires un supermercado. Obra maestra.
3) En busca de respeto. Vendiendo crack en Harlem (Philippe Bourgois). Escribí sobre este libro: acá la primera parte y acá la segunda.
2) En busca del tiempo perdido. Por el camino de Swann (Marcel Proust). Releí este año la primera parte de En busca del tiempo perdido y tengo intenciones de continuar la saga. Me di cuenta que Proust escribe una telenovela y lo reseñé acáy acá.
1) El jardín de las máquinas parlantes (Alberto Laiseca). ¿Qué otra cosa puedo decir de la novela sobre la que vengo escribiendo notas y notas? Leála, déjese sorprender, descubra que el universo es más grande de lo que pensamos.
